Si alguien decide utilizar el aire que sale de las rejillas de ventilación del metro como un elemento artístico y, usando solamente bolsas de plástico, crea figuras de animales que se inflan en las aceras de Nueva York al paso de los trenes del suburbano, hay que calificarlo de muy creativo, como mínimo. Y ese es Joshua Allen Harris.No sé bien donde se encasillan, si son arte o solo un divertimento, un juego sin más. Qué más da.
En mi opinión, no se trata únicamente de una idea graciosa y nada más. Veo un resultado estético muy conseguido y no exento de elegancia (en la mayoría de los casos).
Y todo a base de bolsas de basura y aire.
A ver qué opináis al respecto.
Aquí os enlazo tres vídeos donde ver el efecto que produce ver una bolsa en el suelo y que de pronto se va inflando. Son de los dos animales que os pongo en foto (perdón por la pésima calidad de la imagen, pero es una captura de un vídeo) y otro más complejo.
Vídeo del perro blanco u oso polar
Vídeo del monstruo o serpiente marina
Vídeo del mono de aire
6 comentarios :
Es arte todo lo que surge de lo cotidiano -y por lo tanto, contemporaneo-; de lo observado una y otra vez, de lo reflexionado -y por tanto, intelectual- a base de dicha observación; de lo transformado en una creación antes impensable por nadie -y por ello arriesgada-; de lo lúdico -y así humano-; arte es el fruto de la idea llevada al terreno de lo público y por ello colectivo y social; arte es todo aquello que en sus primeros pasos balbuceantes es modesto, imperfecto, resultado de la experimentación que conduce a la experiencia y que acaba en pasos firmes -a eso se le llama ser pionero-.
Allen Harris es artista, porque es el artífice de todas esas características que hacen que algo sea arte.
En tu definición de arte echo en falta algo que creo primordial: la voluntad del creador de lograr algo con un resultado estético determinado.
Que Joshua Allen Harris es un artista me parece claro, pero no he podido averiguar mucho más sobre él. Lo que me costaba clasificar era este tipo de objetos/arte callejero y efímero.
Si, bueno, digamos que dicha voluntad de crear algo con un resultado estético determinado va implícito en los puntos anteriormente indicados, especialmente en el tercer punto, en el que ya Harris defiende unos valores estéticos inherentes al medio que elige para su creación.
Lo de la clasificación de su obra no me parece tan importante. Hace ya tiempo que me fascina todo aquello que rompe con las estrecheces historicistas que se empeñan en mantener las disciplinas artísticas como algo absolutamente hermético y sin posibilidad de intercomunicación. Como se le llame, es lo de menos...
He visto en varias ocasiones esculturas hinchables.
Cuando fuimos a ARCO, hace unos 7 o 8 años, el artista mexicano Cesar Martínez expuso unas figuras a tamaño natural, realizadas en látex.
La otra fue el año pasado en la Galería Miguel Marcos, aquí en Zaragoza. En esta ocasión el canadiense Max Streicher cosía pequeños pedazos de nylon, lo que le permitía construir gigantescas figuras humanas con bastante detalle.
Al igual que las que nos enseña Rodrigo de Allen Harris, el hecho que se inflen y desinflen a intervalos regulares les confiere un movimiento que sugiere la agonía, la asfixia y el posterior resurgimiento a la vida.
Sin embargo me gusta mucho la propuesta de Allen de urbanizar el arte no sólo por mostrarlo en la calle. También por hacerlo con elementos y materiales cotidianos.
En cualquiera de los tres casos es una buena forma de hacer esculturas de gran tamaño que con cualquier otro material es difícil de trasportar y mostrar al público en galerías.
Es muy atractiva la interpretación que hace Gerardo de los tiempos vitales y los respectivos hinchados y desinflados de las figuras. No había pensado en ello desde ese punto de vista y lo encuentro muy poético y muy lógico.
Pero ayudad a este inculto neófito: nos estamos refiriendo todos a ellas como esculturas. Vale. Pero ¿son una instalación también?
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