sábado, 10 de mayo de 2008

Con total naturalidad...



Hace unos dias estuvimos paseando por la Colònia Güell, nos detuvimos en un parque con columpios para que Victor se distrajese y... bien que lo hizo. Cuando nos dimos cuenta había realizado, él solito y sin que le hubiésemos dicho nada, una serie de intervenciones en el entorno, usando materiales locales y por lo tanto que se integraban perfectamente con el lugar -a eso se le llama respeto por la naturaleza, y no a otras tonterías-.
Curiosamente, ahora entiendo un poquito mejor la obra de Dubuffet y las intervenciones del movimiento "Land Art".
Aquí teneis algunas fotos de lo que hizo. Este mozalbete promete,... el tiempo dirá.





1 comentario :

Rodrigo dijo...

Vuestro hijo es alucinante. Una encantadora caja de sorpresas.
Pero claro, hay que tener en cuenta que desde muy pequeño está siendo atraído hacia el lado oscuro,... esto.. digo,... hacia la creatividad y lo artístico. Por donde mire el niño dentro de su casa hay arte, cultura, libros de pintura, escultura, ilustración, etc. Te ha visto dibujar, pintar y se pone a hacerlo contigo...

Pero qué esperabas, si antes de dormir le leías poemas de García Lorca cuando apenas tenía meses y él te miraba atento, sin perder detalle, como hipnotizado con esas palabras que su padre le decía.
Todo eso queda impregnado y, antes o después, sale a la luz.

Quizás en ese día que narras aquí no le dijisteis nada, pero en su momento, tiempo atrás sí lo hicisteis, de un modo u otro, y le fuisteis fomentando su creatividad, su imaginación a partir de cosas simples y el respeto por la naturaleza y eso fue germinando, como bien dices, "con total naturalidad..."
Opino que habéis hecho un buen trabajo hasta ahora, ¿no creéis? Se os felicita.

Un fuerte abrazo al artista padre y otro para el artista hijo. Y un beso para la artista mayor que los aguanta a los dos.