martes, 13 de noviembre de 2007

Dos instalaciones de Serafina y Gerardo en Zaragoza.

Serafina Balasch y Gerardo García presentaron en la pasada Feria de Muestras de Zaragoza dos obras realizadas conjuntamente. La muestra, que se realizó durante el mes de octubre de 2007 coincidiendo con las fiestas del Pilar en la capital aragonesa, tiene una zona donde diversos artistas exhiben sus creaciones.
Serafina y Gerardo presentaron dos instalaciones. La que vemos en la imagen en primer término (se puede ampliar) lleva por título "Babel" y está compuesta por dos elementos: la figura clara de la izquierda y la torre a la derecha de la fotografía. Al fondo de la imagen, podemos apreciar la segunda instalación que presentaron esta pareja de artistas y que se titula "Invernadero".
La fructífera combinación de estas dos personalidades artísticas siempre nos ofrece interesantes propuestas de gran sensibilidad e invita al observador a interrogarse sobre aspectos vitales de actualidad, que difícilmente pueden dejarnos indiferentes, ni por su gran calidad ni por sus planteamientos.

1 comentario :

Anónimo dijo...

Estoy muy contento de ver que dos compañeros de carrera tan queridos como Serafina Balasch y Gerardo García continúan su labor artística y nos brindan, con obras como "Babel", la oportunidad de reflexionar sobre la comunicación humana y todo lo que ella pueda representar.
En los tiempos actuales nos hallamos rodeados de "Babeles", en Montjuich hay una y en Collserola otra, sin ir más lejos. Me refiero a Torres de Comunicación. Pero lo que parecen plantear estos dos compañeros es lo que a mi juicio resulta ser la esencia de la comunicación: una tarea costosa pero necesaria, que requiere de gran esfuerzo por parte de todos los hombres. Se me hace "Babel" una obra muy conciliadora en su intención y la vez sincera, pues si la silla puede ser un símbolo del diálogo, el diálogo podría bien ser un símbolo de la vida, en el sentido que sin diálogo, sin comunicación y entendimiento entre las partes, es difícil concebir la vida, antes la destrucción. Dije sincera porque no se nos presenta la idea principal como la solución a todos los problemas del hombre sino que incluye al hombre (ese hombre genérico que aparece arrastrando una silla más) como parte de la solución. No nos dice, los problemas no tienen solución porque no hay diálogo, sino que nos dice que el diálogo depende de nosotros. Me parece, por tanto, muy acertada la presencia del elemento humano en la obra porque con ese detalle evita que las ideas que transmite se conviertan en abstractas o pasivas y procure despertar una reflexión activa en el espectador.
Felicidades y desazón por no poder haberla disfrutado en directo. De la otra instalación, "Invernadero", no puedo opinar nada porque no distingo nada de ella.
Un saludo.